En los últimos años el término Business Intelligence (BI), inteligencia de negocio en español, ha estado presente prácticamente en cualquier foro relacionado con la tecnología de la información e incluso fuera de ella, como la tecnología más adecuada a la hora de dar un valor añadido y diferencial a una empresa.
Tanto ha sido el auge del BI que hoy día es clave en las estrategias de la mayoría de las grandes empresas y empieza a serlo en muchas de las medianas, que empiezan a valorar la importancia de incluirlo dentro sus sistemas de información y áreas de negocio.
En este artículo queremos explicarte desde un punto de vista técnico, pero en un lenguaje coloquial, qué es el BI y qué ofrece para estar tan de moda.
¿Qué es el Business Intelligence?
En un sentido amplio podemos definir Business Intelligence (BI) como un gran paraguas que engloba las herramientas y los procesos necesarios para transformar los datos que almacenan las empresas (normalmente disperso y redundante) en conocimiento útil, enfocado a facilitar la toma de decisiones, el descubrimiento de oportunidades de negocio y otros aspectos clave que dan valor a la empresa.
Las herramientas del BI se diseñaron para analizar los grandes volúmenes de datos de hoy día, con un rendimiento eficaz y, sobre todo, orientado a las necesidades del negocio. Las capacidades analíticas de estas herramientas están enfocadas a estudiar y explorar los datos para extraer conocimiento útil y valioso, para dar respuesta a las necesidades de la empresa en el momento que se necesite y como ayuda eficaz en la toma de decisiones.
Uno de los aspectos a destacar de la tecnología que engloba el BI, es que tiene un componente tecnológico y un componente de negocio, ya que los resultados que se obtienen están orientados a dar respuesta a las necesidades de la empresa.
¿Qué hace tan especial el Business Intelligence?
Actualmente, los avances tecnológicos están permitiendo cada vez mayor almacenamiento y mayores capacidades hardware, a un precio cada vez menor. Este hecho está generando en las empresas sistemas de información cada vez mayores, tanto en volumen de datos como en variedad de fuentes.
Un dato significativo que refleja este crecimiento es que en los últimos años se han generado más datos que todos los datos creados a lo largo de la historia de la humanidad. Por otra parte, las comunicaciones cada vez son más rápidas y ubicuas, permitiendo acceder a dicha información de forma inmediata desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Pero tener muchos datos y rápido no nos garantiza el éxito. Los datos, por sí mismos, no son en realidad valiosos ni inteligentes por el solo hecho de tenerlos almacenados o disponibles. A veces, los datos vienen poco estructurados, como la información proveniente de las redes sociales, tan habituales y frecuentes hoy día, lo que hace aún más difícil extraer información relevante de los mismos.
Además, no toda la información que almacenan las empresas en sus sistemas de información podemos considerarla útil, siendo necesario decidir qué información es relevante y la que no lo es.
Otro problemática común de los actuales sistemas de información es la dispersión y redundancia de la información en múltiples sistemas y tecnologías, lo que provoca una generación de información lenta y en algunos casos desactualizada si la fuente origen no es la correcta. Es clave integrar estos datos procedentes de las diferentes fuentes y dispersos en un único almacén de datos, con el objetivo de evitar duplicidades, aumentar la fiabilidad y minimizar errores.
Los datos, por tanto, son únicamente el punto de partida. Será necesario aplicar conocimiento del negocio apoyado en algún tipo de herramientas de análisis para convertir en conocimiento toda es información almacenada.
Las herramientas de BI vienen a resolver y dar respuesta a las necesidades descritas anteriormente. Optimizan el almacenamiento, procesan la información aplicando las reglas del negocio y presentan el resultado de forma inmediata y visualmente atractiva y usable, lo que las convierte en la tecnología idónea para la toma de decisiones, cuadros de mando, aumentar el conocimiento interno del negocio y el descubrimiento de nuevas oportunidades.
Por si fuera poco, las herramientas de BI tienen una interacción con el usuario final muy intuitiva, lo que permite a los gestores explorar o visualizar la información en el momento que lo necesiten de forma autónoma, sin necesidad de recurrir al área de tecnología, como viene siendo actualmente.
Hay un antes y un después a la llegada del BI, reflejado en el incremento de empresas que cada año incorporan esta tecnología y que confirman que el BI ha venido para quedarse con nosotros durante mucho tiempo.